La escalada de represalias comerciales entre las dos mayores economías del mundo, se desató luego de que el gobierno de EE. UU. comenzó a aplicar, desde el pasado 8 de marzo, aranceles del 25 por ciento a sus importaciones de acero y de 10 por ciento a las de aluminio.
Pese a que el cobro tenía la intención de afectar a China, se ordenó a las compras provenientes de todo el mundo. Luego, fueron excluidos algunos países, pero Colombia no logró estar entre las excepciones.
La noche del sábado pasado, el gobierno de China anunció el acuerdo con EE. UU. para suspender mutuamente los cobros reduciendo la tensión comercial. Sin embargo, en las informaciones dadas al respecto por el gobierno de EE. UU. no se ha aclarado si los aranceles a los metales para el resto de países, como Colombia, también se dejan de cobrar.
Al respecto, la ministra de Comercio, María Lorena Gutiérrez, le dijo a EL TIEMPO ayer que aún no sabía cuál era el efecto para Colombia del acuerdo.
“Hemos enviado varias solicitudes pidiendo la exención, incluso, las medidas tomadas por el gobierno como reglas de origen, antidumping y lucha contra el contrabando técnico y uso de reglamentos técnicos, entre otros. Esperamos, por lo tanto, una reunión el primero de junio para evaluar el tema”, enfatizó.
Y el domingo, precisamente, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, confirmó que Washington y Pekín acordaron la suspensión de aranceles a productos de ambos países, un día después de que pactaron reducir el déficit comercial estadounidense con China.
No se ha aclarado si los aranceles a los metales para el resto de países, como Colombia, también se dejan de cobrarEconomía y Negocios – AFP